Les chefs qui, depuis de nombreuses années, sont à la tête des armées françaises ont formé un
gouvernement.
Los jefes que desde hace
varios años están al mando del ejército francés, han formado un gobierno. Ese
gobierno, alegando la derrota de nuestro ejército, estableció comunicación con
el enemigo para cesar los combates.
Por supuesto, hemos estado, y estamos hundidos por la fuerza mecánica,
terrestre y aérea del enemigo.
Infinitamente más que su número, los tanques, los aviones, [y] la táctica de
los alemanes nos hace[n] retroceder. Los tanques, los aviones, [y] la táctica
de los alemanes han sorprendido a nuestros mandos, al grado de llevarlos a la
situación en la que hoy se encuentran.
Pero, ¿se ha dicho la última palabra? ¿La esperanza debe desaparecer? ¿La
derrota es definitiva? ¡No!
Créanme, a mí, que les hablo con conocimiento de causa y les digo que nada está
perdido para Francia. Los mismos medios que nos han vencido pueden darnos un
día la victoria.
¡Pues Francia no está sola! ¡No está sola! Tiene un vasto imperio de su lado.
Puede formar bloque con el Imperio Británico que domina el mar y
continúa la lucha. Puede, como Inglaterra, utilizar sin límites la inmensa
industria de los Estados Unidos.
Esta guerra no se limita al triste territorio de nuestro país. Esta guerra no
se decidió en la Batalla de Francia. Esta guerra es una guerra mundial.
Todos los errores, todos los retrasos, todas los sufrimientos no impiden que
haya, en el universo, todos los medios necesarios para aplastar un día a
nuestros enemigos. Aplastados hoy por la fuerza mecánica, podemos vencer en el
futuro con una fuerza mecánica superior. El destino del mundo está en juego.
Yo, el General De Gaulle, actualmente en Londres, invito a los oficiales y a
los soldados franceses que se encuentren en territorio británico, o que ahí
vinieran a encontrarse, con sus armas o sin ellas; invito a los ingenieros y
obreros especialistas de la industria de armamento que se encuentren en
territorio británico, a ponerse en contacto conmigo.
Pase lo que pase, la llama de la Resistencia Francesa no debe
apagarse y no se apagará.
Mañana, igual que hoy,
hablaré en la Radio de Londres.